Presentó el Villarreal una alineación sorprendente, Marcelino daba descanso a algunos pilares fundamentales como Vietto y el Real Madrid salió más relajado de lo que debía. Sin apenas presencia del centro del campo de ambos equipos, el partido se convirtió en un correcalles en los primeros veinte minutos. En un juego en el que los blancos suelen ser los que golpean más fuerte el submarino tuvo las ocasiones más claras.
En el minuto 12 Gerard Moreno controlaba un difícil balón dentro del área que le dejaba solo dentro del área delante de Casillas, pero el guardameta del Madrid resolvía la papeleta con una excepcional parada por bajo, el rebote fue a parar a los pies de Moi Gómez, pero su disparo lo detuvo Carvajal sobre la misma línea de gol con la cabeza. Salvaban los merengues el 0-1. Se replegó entonces el Villarreal y esperó sus oportunidades ante un Real Madrid que se hizo con el control absoluto de la pelota, pero que no conseguía crear situaciones de superioridad en campo contrario. Un Cristiano Ronaldo muy desaparecido y un Bale más incisivo pero que se ahogaba en la banda derecha no aportaron soluciones en ataque. Finalizaron así los primero cuarenta y cinco minutos.
La segunda parte comenzó tal y como había terminado la primera. Un Real Madrid sin idea en el centro del campo golpeaba una y otra vez contra el planteamiento defensivo de los hombres de Marcelino García Toral. Parecía que solo una acción individual o una jugada a balón parado podía romper las tablas. Así fue como en el 51′ Eric Bailly agarraba a Ronaldo cuando el portugués luchaba por llegar a un centro desde la derecha. Lo vio González González que pitaba la penalti. Como era de esperar ejecutó la pena máxima el propio Cristiano Ronaldo que batía a un Asenjo que se venció demasiado pronto hacia la derecha. A pesar de la ventaja el Real Madrid no terminaba de crear ocasiones sobre la meta del Villarreal, y solo los disparos desde lejos de Ronaldo y Bale podían aumentar la ventaja en el marcador. Llegaron entonces los cambios en el Villarreal, y apenas unos minutos después llegaba el gol del empate para el submarino. Un centro desde la banda izquierda a la media luna del área madridista llegaba hasta Gerard Moreno, que tiró una pared con ayuda de Vietto, para desde fuera del área y con la zurda disparar cruzado y batir por bajo a Iker Casillas. Empataba el Villarreal a un Real Madrid completamente apático con el balón en los pies.
Con el empate el Real Madrid se rompió en el centro del campo y el Villarreal pudo adelantarse en el marcador. Con los cambios los de Ancelotti mejoraron pero solo acosaron la portería contraria en los últimos minutos, cuando ya era demasiado tarde para doblegar a un submarino amarillo muy bien plantado sobre el terreno de juego. Finalizó así el encuentro que aprieta de nuevo la Liga dejando al Barcelona a dos puntos y dependiendo de nuevo de sí mismos. El Villarreal da por bueno un empate que le mantiene en puestos de Europa League a cuatro cómodos puntos del Málaga.
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